¡Hola, amantes de la naturaleza y los sabores auténticos! ¿Sabían que Quintana Roo alberga un tesoro ancestral? Hablamos de la abeja melipona, una especie nativa que produce una miel exquisita y con propiedades únicas, cultivada de manera tradicional por las comunidades mayas. ¡Acompáñennos a descubrir este dulce legado!
La melipona, un tesoro sin aguijón:
A diferencia de las abejas europeas, la melipona carece de aguijón, lo que facilita su manejo. Su tamaño es más pequeño y su laboriosidad se traduce en una miel menos abundante pero de gran calidad, apreciada desde tiempos prehispánicos por sus usos medicinales y rituales.
El jobón, hogar ancestral:
La melipona tradicionalmente se cría en “jobones”, troncos huecos sellados en sus extremos con barro. Este método ancestral, transmitido de generación en generación, respeta el ciclo natural de la abeja y produce una miel con características organolépticas particulares, influenciadas por las flores nativas de la región.
Un dulce con historia y beneficios:
La miel de melipona tiene un sabor dulce con notas florales y ligeramente ácidas. Se le atribuyen propiedades antibacterianas, cicatrizantes y antiinflamatorias. Su producción sostenible contribuye a la conservación de la selva maya y al fortalecimiento de las economías locales.
Apoyando un legado vivo:
Al consumir miel de melipona cultivada tradicionalmente, no solo disfrutamos de un producto único y delicioso, sino que también apoyamos el conocimiento ancestral de las comunidades mayas y la preservación de esta valiosa especie. ¡Busquen a los productores locales y déjense sorprender por este dulce tesoro de Quintana Roo!

